Como todos sus hermanos y hermanas, Bertha vivió en la casa real de Carlomagno, donde todos fueron criados por preceptores.
Al igual que sus hermanas, Bertha jamás se casó: los historiadores creen que el emperador se negó a casar a sus hijas para evitar una rivalidad política entre sus posibles yernos.
[1] Bertha tuvo una larga relación amorosa con Angilberto de Centula, diplomático próximo a Carlomagno y poeta, de quien tendrá dos hijos: Nitardo, historiador y abad de Saint-Riquiera y Hartnid, del que no se sabe mucho.
Angilberto puso fin a su relación con Bertha, que había sido reconocida por toda la corte, y se retiró a un monasterio donde se convirtió en abad de Saint-Riquier, según una biografía de su hijo.
[2] Tras la muerte de Carlomagno, su hijo y heredero Ludovico Pío, exilió a sus hermanas a los conventos que su padre les había dado.