Hijo de Jacobo Salviati y Lucrecia de Médici, fue puesto por sus padres por el camino militar, mientras su hermano Juan iniciaba su carrera eclesiástica.
Se estableció en Francia y tomó los hábitos eclesiásticos.
Fue creado cardenal por el Papa Pío IV en 1561.
La familia Salviati estaba relacionada con importantes personalidad de la Iglesia: su hermano llegó a cardenal y por parte de su madre era sobrino del Papa León X.
Su sobrino Anton María también fue cardenal y su otro sobrino Alejandro llegó a convertirse en el Papa León XI.