Memorial Berlín Hohenschönhausen

Los edificios del antiguo centro de detención fueron convertidos en 1992 en el memorial que hoy abre sus puertas al visitante interesado en este importante momento en la historia del siglo XX.

El terreno donde actualmente se encuentra el Memorial Berlín-Hohenschönhausen perteneció a la Fábrica de Maquinaria Pesada Heike hasta 1938.

Junto a los alemanes se encontraban en esta prisión internos obligados a realizar trabajos forzados provenientes de otros países (rusos, polacos, ucranianos, estonios, letones, checos, etc.).

En homenaje a su memoria, en el cementerio de las calles Gärtnerstraße / Ferdinand-Schultze-Straße fue colocada una piedra-monumento conmemorativa.

Los propios prisioneros tuvieron que construir en un ala de la antigua cantina un búnker con 60 celdas sin ventanas.

Justo en esa década, la República Democrática Alemana había solicitado el reconocimiento internacional y los dirigentes del Partido Socialista Unificado Alemán sabían que las víctimas de tortura podrían tener un impacto negativo en la percepción pública internacional, por lo cual se optó por la eliminación de la violencia física contra los prisioneros.

Otro ejemplo: Durante los interrogatorios y los procedimientos de toma de huellas dactilares, los prisioneros eran sometidos a presiones psicológicas obligándolos a permanecer sentados por varias horas sin hacerles saber de qué se les acusaba o por qué razón habían sido detenidos.

Además, en presencia de los prisioneros mientras se les interrogaban se «recibían de pronto» falsas llamadas telefónicas comunicando noticias desgarradoras como, por ejemplo, la muerte en condiciones terribles de familiares tan cercanos como los padres o los hijos del interrogado.

Todo comenzaba desde el traslado hacia la prisión: las camionetas que por fuera parecían destinadas a transporte para alimentos, por dentro tenían cuatro o cinco pequeñas celdas donde el prisionero era encerrado y permanecía horas enteras allí, sentado, sin poder moverse ni ver la luz.

Durante los interrogatorios en las salas destinadas a esos fines, las puertas y las cortinas permanecían absolutamente cerradas.

El centro de detención estaba en una zona militar restringida, que se cerró herméticamente al mundo exterior.

Justo al lado de la prisión, se encontraba hasta 1974, el campo de trabajo "X", en el cual los prisioneros ya condenados por la Seguridad del Estado tenían que realizar trabajos forzados.

En 1994 se establece en la antigua prisión un Memorial, cuya tipicidad radica en que antiguos prisioneros son quienes guían a los visitantes a través de los diferentes edificios.

El incidente derivó en un gran revuelo en las esferas política y pública, en particular debido a que el senador de cultura Thomas Flierl no puso ninguna objeción a lo sucedido.

Entrada al Memorial Berlín Hohenschönhausen.
Piedra conmemorativa en memoria a las Víctimas del Campamento Especial Nr.3
Celda solitaria en el viejo complejo de celdas conocido como "El Submarino".
Gracias a un testigo se supo de la existencia de las Celdas de Agua , que habían sido construidas por la policía política soviética en 1947.
Pequeña celda en el nuevo edificio.