Fermín Bereterbide

En la década del '30, adscribió con interés creciente a los postulados del Movimiento Moderno que había nacido en Europa, mientras hacía propuestas teóricas a nivel urbano para la futura Avenida 9 de Julio.

Aunque la idea comenzó en 1942, el proyecto fue modificado y terminado por Bereterbide recién hacia 1955, asociado con otro maestro de la arquitectura moderna argentina, Wladimiro Acosta, la preocupación de ambos en este proyecto fue el correcto asoleamiento y la ventilación razonable de todos los departamentos del edificio, logrando que todos ellos miren al este con una gran fachada curva.

[cita requerida] Los mismos temas de diseño fueron centrales en el proyecto de Bereterbide para la cooperativa VAYA, para la cual construyó un gran edificio de departamentos en la calle Güemes 4426 en el año 1948, que se pega a la medianera norte y se abre con una fachada totalmente vidriada y escalonada hacia el sudoeste.

Crítico del urbanismo aséptico y anónimo de la arquitectura moderna, y de la figura de Le Corbusier que pasó a ser respetada en la comunidad arquitectónica argentina, una vez que la ideología academicista fue finalmente vencida y el Movimiento Moderno fue aceptado, Bereterbide permaneció como marginal hasta su muerte en 1979.

En ese momento, el postmodernismo vivía su auge, y el urbanismo del Movimiento Moderno empezaba a ser cada vez más criticado, y es en ese contexto que la figura de Bereterbide comenzó recién a valorizarse como caso excepcional en la arquitectura argentina.

Fermín Bereterbide en su juventud