Berardo, Otón, Pedro, Acursio y Adyuto fueron frailes franciscanos, muertos como mártires en Marruecos el 16 de enero de 1220.
Considerados como protomártires franciscanos, son venerados como santos por la Iglesia católica.
Fueron detenidos y conducidos ante el Miramamolín, que los envió a Marruecos con la orden de no predicar.
No hicieron caso y continuaron predicando, siendo encarcelados nuevamente.
Francisco de Asís, al saber del hecho, dijo "Ahora puedo decir con seguridad que tengo cinco frailes menores".