San Benigno de Todi fue un mártir en Todi, Umbria, en 303, bajo la persecución de Diocleciano.
[1] Los datos de este santo son muy escasos.
Se sabe que nació y vivió en Todi (Italia), en donde fue ordenado sacerdote por su bondad y rectitud.
Soportó valientemente la tortura y la muerte, y fue enterrado por manos piadosas a la orilla de un camino, en donde después se construyó un monasterio benedictino.
Benigno es uno de los 140 santos de la columnata que adorna la Plaza de San Pedro[cita requerida].