Fue una militante por muy poco tiempo de la Fracción del Ejército Rojo.
Durante su tiempo con la banda, Sturm fue utilizada para comprar ropa y artículos necesarios para la organización en las tiendas, porque según la opinión de sus compañeros tenía un aspecto demasiado "burgués".
Un mes después en enero de 1971, Sturm estaba chequeando bancos en Kassel cuando decidió no seguir viviendo bajo la vida del crimen.
Ella llamó a su hogar y posteriormente dejó la banda sin técnicamente haber cometido ningún delito.
Luego, proveyó a la Policía federal información detallada sobre los trabajos y estructura de la organización.