Batalla de Varsovia (1920)

Pese a que en un principio las tropas soviéticas parecían estar ganando la batalla, realmente estaban cayendo en la trampa preparada por el gobierno polaco.

En los meses siguientes, varios éxitos más aseguraron la independencia y la frontera oriental de Polonia.

Esta victoria polaca supuso un gran freno al avance de los gobiernos comunistas en Europa Central.

Tras la Primera Guerra Mundial, el choque entre la Rusia Soviética y el recién creado Estado de Polonia parecía inevitable.

[2]​ Además, los polacos buscaban establecer la Międzymorze, una federación multinacional de todos los países entre los mares Báltico y Negro.

[3]​ Esta unión tendría suficiente fuerza para detener cualquier impulso imperialista de Alemania y Rusia en Europa Oriental.

Ambos países entraron en conflicto en Ucrania, donde tanto Polonia como Rusia querían imponer un gobierno amigo y que les favoreciese.

[11]​ Rusia, habiendo vencido a Polonia en todos los frentes en Ucrania, Bielorrusia y el propio territorio polaco, avanzó hacia Varsovia.

[12]​ Durante la noche del 5 al 6 de agosto, Piłsudski concibió un nuevo plan en el palacio Belvedere, en Varsovia.

Aproximadamente la cuarta parte de las divisiones disponibles se concentrarían en el sur para llevar a cabo la contraofensiva.

Después, el plan de Piłsudski requería la participación los ejércitos Primero y Segundo del general Józef Haller, compuestos por diez divisiones.

Haller debía tomar el papel defensivo, enfrentándose al ataque frontal soviético desde el este en Varsovia, y mantener su posición a cualquier precio.

Cuando fuese viable, deberían atacar por la retaguardia, evitando que las fuerzas soviéticas intentasen rodear Varsovia desde el frente noroccidental.

Estas fuerzas, tras retirarse del frente occidental del río Bug, no se habían dirigido directamente a Varsovia ya que habían atravesado el río Wieprz para huir de sus perseguidores, por lo que su llegada a tiempo no estaba asegurada.

[7]​ El Grupo de Asalto debería llevar a cabo un ataque relámpago por el norte, en un punto débil identificado por la inteligencia polaca entre los frentes occidental y sudoccidental soviéticos.

Irónicamente, cuando una copia del plan llegó accidentalmente a manos rusas, fue considerado un pobre intento de engañarlos y lo ignoraron.

Por ello, después de la batalla, muchos periodistas sugirieron que el plan había sido preparado por el francés Maxime Weygand o por el jefe del Estado Mayor polaco, Tadeusz Rozwadowski.

Por otro lado, el plan del general Rozwadowski implicaba un mayor ataque a las líneas rusas en la región de Wieprz.

[12]​ Este movimiento ayudaría también a eliminar las fuerzas polacas de Gdansk, el único puerto por el que podían recibir armas y suministros.

A este problema se le añadía el hecho de que el equipamiento estaba en bastante mal estado.

Piłsudski escribió en sus memorias: «En la Vigesimoprimera división, casi la mitad de los soldados se presentaron ante mí descalzos».

El Grupo Mozyr, al que se le había asignado esta tarea, contaba con tan solo ocho mil hombres.

[19]​ Desde ese momento, el general Władysław Sikorski del Quinto ejército presionó a las exhaustas tropas soviéticas lejos de la capital en un ataque relámpago.

Las unidades del Grupo de Asalto cubrieron 70 kilómetros en 36 horas, cortando la ofensiva soviética y prácticamente sin encontrar resistencia.

El Grupo Mozyr fue derrotado el primer día de la operación, por lo que los distintos ejércitos polacos encontraron una importante separación entre los frentes rusos y explotaron esta situación, continuando su ofensiva hacia el norte contra el sorprendido y confundido ejército ruso.

Con el objetivo de cortar la retirada del enemigo, el primer ejército polaco completó extraordinariamente el camino desde Lubartów hasta Białystok (unos 260 kilómetros) en 6 días.

Su sacrificio fue premiado cuando el Decimosexto ejército soviético fue detenido y la mayoría de sus soldados, tomados prisioneros.

Algunas divisiones continuaron luchando en su camino a Varsovia mientras otras partían en retirada perdiendo la cohesión y sucumbiendo al pánico.

Sin embargo, las tropas fueron liberadas pronto y pudieron volver a luchar contra Polonia unas semanas después en la batalla del río Niemen.

Tujachevski consiguió reorganizar a las fuerzas que se retiraban hacia el este y, en septiembre, estableció una nueva línea defensiva en Grodno.

Situación del frente polaco-bolchevique en junio de 1920
Józef Piłsudski pasando revista a sus soldados
Movimientos de tropas de la primera fase de la batalla
La segunda fase: el contraataque polaco
Soldados polacos con las banderas soviéticas tras la batalla de Varsovia
Tumbas de los soldados polacos caídos en la batalla de Varsovia. Cementerio Powązki , Varsovia .