Los federales perdieron 300 hombres, 9 cañones, 5 ametralladoras, 530 rifles, 190,000 cartuchos, 25 carros de transporte y muchos otros objetos.
Cuando arribó el general Ojeda la situación había cambiado y los huertistas se encontraban en condiciones de resistir a las tropas revolucionarias.
Desde esta fecha los defensores del puerto de Guaymas no volvieron a intentar ninguna salida en un año que duró el asedio.
Luego del recibimiento, los saludos y las pláticas entre ambos grupos; bajaron los Yaquis con Sibalaume, el comandante que los dirigía, con ellos venía Adolfo de la Huerta; habían llegado a un acuerdo.
Siempre han sido un pueblo de lucha, que pelea por sus derechos y exige respeto.