En julio, el Papa Urbano IV anuló los juramentos de Guillermo al emperador, e hizo un llamamiento a los príncipes occidentales para ayudarlo contra los cismáticos bizantinos.
[3] En respuesta, el emperador rápidamente organizó una expedición encabezada por su medio hermano, el sebastocrátor Constantino Paleólogo con el parakoimomenos Juan Macreno y el Gran doméstico Alejo Files como comandantes subordinados.
Abandonando el infructuoso asedio de Esparta, marchó con su ejército hasta los ríos Eurotas y Alfeo hacia la capital aquea, Andravida.
Ciertamente estas cifras son muy exageradas, y el ejército bizantino debe haber contado con unos pocos miles de hombres a lo sumo.
[9] Constantino Paleólogo reagrupó sus fuerzas, y al año siguiente puso en marcha otra campaña para conquistar Acaya.
Guillermo II atacó a los debilitados bizantinos y logró una gran victoria en la Batalla de Macriplagi.