Batalla de Laugaricio

En el invierno del año 179 el emperador Marco Aurelio atacó a los germanos cruzando al norte del Danubio con una fuerza de seis legiones, fundando un campamento en Germania, llamado Laugaricio.

Sin suficientes provisiones para resistir un asedio hasta que llegaran los refuerzos, se decidió enfrentarse a ellos en una batalla en campo abierto.

Los germanos cayeron en la trampa y se enfrentaron a los legionarios en campo abierto, lo que era un suicidio, porque las disciplinadas tropas romanas acabaron con los bárbaros, mientras la caballería les rodeaba y cortaba la retirada.

Los cuados, tras la batalla, dejaron de significar una amenaza para la seguridad del imperio.

Su sucesor, Comodo, no se interesó en terminar la conquista de los germanos y volvió a Roma contra los deseos de su padre, y no creó las provincias planeadas de Marcomannia y Sarmatia en los territorios al norte del Danubio como barrera contra otra invasión, aunque las fronteras con los germanos permanecieron relativamente estables durante los 50 años siguientes.