No obstante, 1.000 soldados locales aliados con los portugueses se encontraban en su base, evitando que los neerlandeses la tomen.
Luego del segundo intento fallido, los portugueses se replegaron a su reducto en la cima de la colina.
Coine decidió vadear el río para permitir que un mortero y dos cañones disparen sobre el fuerte.
[4] Tras bombardear el fuerte por dos días más, demandó a la guarnición del castillo que se rinda.
El gobernador portugués solicitó una tregua de tres días, pero Coine la rechazó, ya que solo contaba con provisiones para un día más.