El partido tuvo una serie de faltas brutales por ambos lados, debido al arbitraje laxo del árbitro húngaro Pál von Hertzka.
Los brasileños Martim y Zezé Procópio, así como el checoslovaco Jan Říha fueron expulsados.
Nejedlý había abandonado el juego antes del final del tiempo regular debido a su lesión, pero Plánička permaneció adolorido en el gol checoslovaco durante el resto de la segunda mitad y el tiempo extra.
Otros tres brasileños, incluidos Leônidas y Perácio, también abandonaron el campo con lesiones.
Árbitros asistentes: Giuseppe Scarpi (Italia) Charles de la Salle (Francia)