Los barcos egipcios dispararon sus misiles Styx, que fallaron el blanco, y tomaron rumbo a Alejandría.
Los mandos navales israelíes querían atacar los barcos egipcios basados en Port Said para provocar su retirada a Alejandría, 180 kilómetros al oeste.
Sin embargo, en veinticinco minutos ocho barcos se dirigieron al sur a una velocidad de treinta nudos.
Llegaron a Port Said cinco horas más tarde, reuniendose con dos barcos que patrullaban la zona.
La flotilla estaba al mando del comandante Michael Barkai, el mismo que había dirigido las operaciones navales en contra de Siria, y que ya se encontraba esperando en estación en aguas cercanas a la costa egipcia con dos embarcaciones.
La fuerza naval israelí estaba compuesta por: En el momento en que todas las patrulleras se encontraron, el contraataque en el Sinaí había fracasado y los barcos egipcios no salieron del puerto.
En ese momento cuatro barcos clase Osa se detectaron saliendo de Alejandría, en dirección este.
Cerca de medianoche Barkai ordenó a la pareja sur bombardear objetivos en Damietta.
Barkai ordenó a la pareja norte lanzar chaff para ver si eso atraía el fuego de los egipcios.
Los egipcios continuaron avanzando y dispararon tres salvas más de misiles en los siguientes 10 minutos.
El Reshef se acercó a la Osa dañada y la hundió con disparos de cañón.
se pidió permiso para seguir la caza, pero Barkai ante el temor de que sería vulnerable a los ataques aéreos, ordenó su retirada.