Sin embargo, al decrecer su velocidad, el basilisco se hunde y tiene que nadar del modo normal como cualquier otro lagarto.
El basilisco común vive desde el sur de México hasta Venezuela; se encuentra en las selvas tropicales en toda América Central y en el noroeste de América del Sur, generalmente en elevaciones bajas, desde el nivel del mar hasta los 600 metros (2,000 pies).
En Costa Rica, este basilisco se puede encontrar tan alto como los 1,200 metros (3,900 pies) en algunos lugares.
La especie equivalente en el lado del Atlántico es el basilisco verde (Basiliscus plumifrons), que ocupa hábitats similares y tiene una biología similar.
Para evitar a los depredadores, puede ocultarse debajo de las hojas en el suelo del bosque y puede permanecer inmóvil durante mucho tiempo.