Más tarde, una capilla mayor fue construida a orillas del Barro Preto.
En 1943 Don Emanuel Gomes de Oliveira, arzobispo de Goiás en el momento, hizo que se colocara piedra angular del Nueva santuario.
En 1955, a pesar de todos los esfuerzos, el trabajo aún no había terminado.
En 1974 fue posible llevar a cabo la novena y la fiesta del Divino Padre Eterno en el sitio.
Con la ayuda de peregrinos y devotos, el templo fue completamente renovado.