Barrancas de Belgrano

El terraplén ferroviario comenzó entonces a obrar como contención de las aguas.Santa Fe y la calle José Hernández era también conocido como el "Camino de las Cañitas".En la parte baja, más allá de las vías ferroviarias y al este de las Barrancas, se fue constituyendo el barrio Bajo Belgrano (también a fines del siglo XIX), en terrenos ganados al río mediante relleno.Arbolada y de verde césped, la Plaza Barrancas tiene plantadas 67 especies vegetales: ombúes, palmeras, magnolias, paraísos, tilos, robles, madreselvas, ceibos, plátanos, entre otras.[3]​ Además, cuenta con senderos para el paseo construidos con antiquísimos adoquines del siglo XIX, bancos para el descanso, plaza de juegos para los niños, mesas con tableros para la práctica del ajedrez, dominó y otros juegos y pasatiempos, e inclusive un canil para el esparcimiento de perros.Mucha gente se da cita en ellas para la práctica deportiva, como la gimnasia, el Tai Chi Chuan y el aerobismo entre otros, ya que constituye un muy buen pulmón verde porteño, que a su vez se halla a sólo tres cuadras del Parque Tres de Febrero (o Bosques de Palermo), el mayor pulmón de la ciudad, parte de los cuales se encuentran en el Bajo Belgrano.
Barrancas de Belgrano desde la estación Belgrano C . (ca. 1900)
El Castillo de los Leones se encontraba hacia 1910 frente a un descampado y dominaba la vista de la Plaza, ubicada a una cuadra.
Pabellón de Barrancas de Belgrano, donde transcurre una famosa escena en el cómic El Eternauta .
Atardecer en Barrancas de Belgrano
Torres frente a las Barrancas de Belgrano.