El procedimiento más usado consiste en realizar una sesión de hipnosis, durante la cual se le ordena al cerebro creer que tiene el estómago más pequeño de lo que realmente es.
Seguidamente, el tratamiento se apoya por grabaciones de rehipnosis para evitar tener que ver repetidamente al terapeuta.
Después del proceso, se suelen hacer refuerzos mediante tratamiento psicológico para el manejo de la ansiedad.
Por otra parte la pérdida de peso se ve desde el comienzo del tratamiento.
Igualmente, los pacientes tratados mediante hipnosis reducen costos de tratamiento en promedio en $772 dólares[2][3] El tratamiento de la BGV no es muy conocido aún y por lo tanto los resultados aún están por ser confirmados ampliamente.