En febrero de 1987, el banco introdujo la primera tarjeta para cajeros automáticos del país.
Fueron descubiertos a pocas semanas de haberse iniciado el Gobierno electo en 1994.
Durante el periodo entre 1990 y 1994, la administración y la Junta Directiva del Banco autorizaron más de 70 sobregiros - en su mayoría operaciones sin respaldo - de los cuales no se habían pagado ¢2.948 millones.
Además, el Poder Judicial acusó de peculado y dictó prisión preventiva a 12 directivos del Banco Anglo.
El gerente general, por su parte, fue acusado por varios delitos de peculado.