Como las demás perdices prefiere andar a volar, pero emprenderá un ruidoso vuelo si se descubre su escondite.
La bambusícola china mide 31 cm de largo,[3] siendo los machos más grandes que las hembras.
Sus partes superiores son de color pardo moteadas en negro, mientras que en su rostro y garganta predomina el castaño rojizo, que se va aclarando hasta los tonos crema del vientre.
Existen dos subespecies:[4] Durante siglos se ha criado en cautividad en China, y en 1919 fue introducida intencionadamente en Japón.
[5] Posteriormente se introdujo aunque con menos éxito en Hawái, donde está clasificada como ave introducida no protegida en la ley sobre aves.