Los internudos tienen una longitud 20 a 30 cm, presentan estriación longitudinal y un color verde intenso en las poblaciones naturales.
Estos compuestos resultan tóxicos para el ser humano cuando se consumen como alimento o como complemento alimenticio según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
[2] En etnobotánica se han utilizado diversas partes de esta planta por sus supuestas propiedades abortivas, afrodisiacas, anticoagulantes, emenagogas, insecticidas y depurativas.
El bambú prospera mejor en climas húmedos, pero puede soportar las bajas temperaturas y la sequía (a veces pierde por completo sus hojas), así como una variedad de suelos, aunque los suelos húmedos se adaptan mejor a él.
El bambú puede soportar temperaturas tan bajas como −5 °C[7] y también puede crecer en altitudes de hasta 1500 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar) pero, a medida que aumenta la altitud, se vuelve más bajo y más delgado.
Los principales enemigos del bambú vulgaris son Dinoderus minutus y Cyrtotrachelus longimanus; estos últimos destruyen los brotes en estado larvario.