Balzac con hábito de monje dominico

El trabajo fue uno de los retos más grandes del autor debido a que acostumbraba retratar hasta el último detalle de los rasgos del modelo, pero en este caso el escritor ya había muerto.

Por ello, Rodin realizó una investigación para poder llevar a cabo su obra, en la que esculpió a un hombre común y corriente alejado de la estética natural con la que acostumbraba trabajar.

[2]​[3]​ Debido a su costumbre de retratar fielmente la naturaleza del personaje o modelo en sus obras, el hecho de no contar con la presencia física del escritor lo llevó a realizar una ardua investigación para conocer no solo los rasgos del autor sino también sus costumbres y hábitos llegando a la conclusión según su biógrafo Kenneth Clark de que: "Balzac en su edad adulta era un tipo gordo, achaparrado y de aspecto poco glorioso".

[1]​ La pieza se proyectó para ser exhibida en el Palais-Royal pero fue rechazada por lo que el autor la instaló en su hogar en Meudon.

No fue sino hasta cuarenta y un años más tarde que el Balzac de Rodin fue expuesto en París en el cruce del bulevar Raspail y Montparnasse.

La escultura en exposición