Suspensión de ballesta

Esta composición, mas su especial forjado y temple, permiten a estas láminas doblarse bajo la acción de una fuerza, retornando a su posición inicial tras el cese de la misma.

[1]​ Las hojas se mantienen unidas mediante un orificio central común a todas ellas, atravesado por un tornillo llamado tornillo capuchino.

El conjunto de la ballesta se une al bastidor del vehículo mediante la hoja más larga, usualmente ubicada en la posición más alta.

Esta hoja recibe el nombre de hoja maestra y sus extremos están curvados tomando una forma cilíndrica para permitir su encaje en el bastidor.

Estos extremos curvados se denominan ojos, siendo habitual conectar al menos uno de ellos al bastidor mediante un arco separador -shackle- que absorba las variaciones de longitud de las ballesta a medida que sus hojas se comprimen.

Vehículo pesado equipado con ballestas. Se aprecian las bridas de alineación y el arco de separación.