Un reductor de velocidad, resalto, badén o túmulo es una brusca variación que sobresale del pavimento y lo atraviesa de lado a lado, para inducir a los conductores o chóferes a reducir la velocidad de su vehículo.
No tiene sentido que si la calle marca una velocidad de 30 o 20 solo se ve obligado a reducir en donde esté el resalto.
Tiene análoga naturaleza que un paso de peatones elevado.
[2] Se pueden construir de asfalto, cemento (hormigón), goma (hule) o metal.
Solo sirven para llamar la atención del conductor acerca de algo que se encuentra un poco más adelante (un peaje, una curva pronunciada, una escuela rural o una zona con gran afluencia peatonal).