Aquella cache funcionaba a la mitad del núcleo (core) del procesador, como se puede observar en la pequeña tabla siguiente: Evidentemente, la cache montada en el propio cartucho de la CPU, ofrecía un rendimiento superior que las hasta entonces caches externas (ubicadas en la placa madre), como la de los Intel Pentium originales (que seguirían serían heredadas por AMD en sus K5, K6 y K6-2; el K6-III tenía 256 KB internos en el propio núcleo del procesador (on-die), por lo que “relegaba” a la cache del motherboard (placa base) a ser de tercer nivel (L3).Esas viejas cachés, que aunque fuesen de 2 MB, no proporcionaban ninguna mejorar sustancial ya que, al estar limitadas por la frecuencia del FSB (usualmente de 66 o 100 MHz),[3] no eran más rápidas que las por entonces nuevas memorias dinámicas del tipo SDRAM (las cuales también operaban a esa velocidad).Las versiones posteriores de los Intel Pentium III, de nombre código Coppermine (180 nm o 0,18 μ) y Tualatin (130 nm o 0,13 μ), directamente incorporaron una cache L2 en el propio núcleo, por lo que su BSB pasó a ser equivalente a la velocidad del propio procesador, aunque originariamente redujeron su capacidad a 256, posteriormente fue aumentada a 512 KB.Esto se decía a que las pastillas (chips) de SRAM (RAM estática, bastante más rápida que la convencional SDRAM de esa época), tenía problemas para alcanzar frecuencias superiores a los 350 MHz.[4] Por lo tanto sus respectivos BSBs operan exactamente a la frecuencia de aquellos.