[1] Nacido al pie del Moncayo, cuyo paisaje estará muy presente en su obra literaria.
Su biblioteca (más de dos mil volúmenes) fue donada en 2006 por su viuda a la Fundación Jorge Guillén.
La de escrita por su viuda, Teresa Ordinas Montojo, se tituló Avelino Hernández, desde Soria al mar (Rimpego), y en ella se le describía tanto en su actividad pública como en su vida corriente e íntima.
Por su parte, el escritor Ignacio Sanz, amigo del escritor y con el que había coescrito el libro de viajes Crónicas del poniente castellano, publicó Vida de san Avelindo (La Discreta).
Uno de sus proverbios castellanos favoritos fue: "Nunca eches demasiadas raíces donde eres feliz".