La autotomía (del griego antiguo αὐτο, «a sí mismo», y τομία, «cortar») o autoamputación es la mutilación espontánea que efectúan sobre sí mismos algunos animales para escapar de potenciales depredadores.
[1] Por ejemplo, ciertas lagartijas y salamandras pueden separar un segmento importante de su cola que, en ciertos casos, vuelve a crecer.
En general, el miembro abandonado permanece agitándose con movimientos reflejos, dando una ilusión de vida y distrayendo al depredador.
Los músculos especializados permiten romper la articulación y sellan los distintos conductos para evitar la pérdida de fluidos corporales (en particular la sangre).
Además la capacidad para volver a regenerar el miembro se deteriora con el número de crecimientos.