Autodeterminación del género

[13]​[14]​[15]​ Las propuestas para introducir legislación de este tipo resultan controvertidas en algunos países como el Reino Unido.

Dentro de una misma jurisdicción, los procedimientos de reconocimiento legal del género pueden ser diferentes para distintos documentos, como certificados de nacimiento o pasaportes, y no siempre es el único determinante del reconocimiento del género en la vida cotidiana, como en la asistencia sanitaria, el acceso a instalaciones públicas o las relaciones personales.

No se nace varón o mujer, sino que esa diferenciación es únicamente el resultado de un proceso social.

Se hipotetiza una identidad personal desvinculada del sexo cromosómico pero innata para el individuo que la siente como propia.

[9]​[19]​ El sexo no tiene un componente biológico sino que sería el resultado de una construcción social e individual.

Las mujeres no pueden ser definidas en base a sus vaginas, úteros, períodos menstruales o capacidad de gestar y maternidad.

[17]​[29]​ El género sentido es una esencia verdadera, innata e inmutable que viene dada por la misma naturaleza.

[30]​ Por eso puede alinearse el cuerpo equivocado con el género sentido, real, verdadero, con ayuda de la medicina.

Los Estados firmantes son: Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Grecia, Islandia, India, Irlanda, Israel, Luxemburgo, Malta, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal y Uruguay.

[2]​[41]​ En un artículo publicado en 2019 en la revista científica con revisión por pares International Journal of Environmental Research and Public Health se afirma que varios estudios han señalado que los marcos jurídicos de reconocimiento de género basados en la patologización pueden tener efectos negativos en las personas transgénero e intersexuales.

"[44]​ Un revisión metanarrativa del 2017 publicada en la revista científica Critical Social Policy afirmaba que "los requisitos legales basados en diagnósticos relacionados con la transexualidad plantean el riesgo de reintroducir prácticas quirúrgicas y hormonales por la puerta de atrás.

Mapa en el que se muestra en rojo los territorios que reconocen a personas transgénero mediante autoidentificación.