Con la Identidad Auto-Soberana (en Inglés Self-Sovereign Identity (SSI)), los titulares de la identidad individual crean y controlan completamente sus credenciales, sin verse obligados a solicitar autorización de una autoridad intermediaria o centralizada y les da control sobre cómo se comparten y usan sus datos personales.
El usuario tiene un medio para generar y controlar identificadores únicos, así como alguna facilidad para almacenar datos de identidad.
En el paradigma descentralizado de identidad, el usuario está en el centro del marco y no hay necesidad de que terceros emitan y administren una identidad.
El ESSIF utiliza identificadores descentralizados (decentralized identifiers / DIDs) y la Infraestructura Europea de Servicios Blockchain (European Blockchain Services Infrastructure / EBSI).
[4][5] Además de los aspectos técnicos y estructurales de la Identidad Auto-Soberana, es fundamental considerar los principios éticos y operativos que la sustentan.