Fundado por Manolo Martínez y Genís Segarra, integrantes del grupo musical Astrud, su actividad editorial comenzó en 2000.
[2] Adoptando como talismán la palabra fetiche del director de cine Luis García Berlanga,[3] Austrohúngaro nace en 1997 organizando fiestas (denominadas "Sonajero" una alternativa al Festival Sónar), conciertos y editando maquetas.
En la primavera de 2000 Manolo Martinez y Genís Segarra fundan oficialmente Austrohúngaro como sello discográfico[4] al que posteriormente se incorporó Carlos Ballesteros.
[5] La intención es disponer de una plataforma para editar sus propios discos, dar salida a sus proyectos paralelos, o publicar discos de grupos afines a la filosofía del sello:[6] intención pop, irreverencia, humor y música electrónica.
[17] También editó en 2003 la banda sonora de la obra del videoartista Carles Congost Un mystique determinado.