San Aurelio de Cartago (f. 430) fue obispo de Cartago y considerado santo por diferentes confesiones cristianas.
Se sabe pocas cosas de San Aurelio.
Por otro lado, tuvo que hacer frente a dos herejías locales: los donatistas y los pelagianos.
Agustín de Hipona admiraba a Aurelio y ha sobrevivido un gran número de comunicación epistolar entre los dos santos.
Sus reliquias se conservan en la Abadía de Hirsau en Alemania.