Siendo joven, se sintió llamado al sacerdocio; estudia en su pueblo natal, luego se convierte en profesor en el colegio de Saint-Palais al mismo tiempo que hace su seminario, cosa corriente en aquella época.Sin embargo, la Sociedad se disuelve rápidamente, y sus miembros, a título individual, son admitidos en la Sociedad de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Betharram, fundada por el sacerdote Miguel Garicoits.Desde entonces, el P. Etchecopar pasará el resto de su vida en la casa madre, al servicio directo de la Congregación, primero como secretario del fundador (1857-1863), luego como secretario general del Instituto (1863-1873), asistente general del P. Chirou (1873-1874), y finalmente, tercer Superior general (1874-1897).El Capítulo general siguiente a su muerte proclamará al P. Etchecopar “segundo fundador” del Instituto.Sólo se reanudó en 1970, con el nombramiento de un nuevo postulador.