Atentados de Estambul de 2003

En el primer ataque del 15 de noviembre fallecieron 23 personas, entre ellas seis judíos y dos musulmanes.

Un grupo militante islámico, el Frente Islámico del Gran Oriente, se atribuyó la responsabilidad de los atentados, pero los funcionarios del gobierno turco rechazaron estas afirmaciones, señalando que este subgrupo no tenía suficientes recursos para llevar a cabo un ataque planificado y tan intrincado.

Al mismo tiempo dos camiones bomba explotaron en una sucursal del banco HSBC y en el consulado británico, matando a treinta personas e hiriendo a otras 400.

El 16 de febrero de 2007, el ciudadano sirio Loai al-Saqa y el ciudadano turco Harun Ilhan fueron declarados culpables y condenados a 67 cadenas perpetuas consecutivas, una por cada víctima del atentado más términos adicionales de terrorismo, al igual que otros cinco hombres turcos condenados por organizar el atentado: Fevzi Yeliz (para ayudar a construir los camiones bomba), Yusuf Polat, Baki Yigit, Osman Eken y Adnan Ersoz.

Las autoridades turcas afirmaron que al-Saqa era cercano a Al Qaeda.