El gobierno colombiano atribuyó el atentado con los narcotraficantes.
[1][2] Durante la noche del 10 de junio, unos 10 kilos de dinamita explotaron en la Plaza de San Antonio, en Medellín, cuando se realizaba el festival Yo Soy Cartagena.
La explosión mató a 23 personas e hirió a más de 200,[3] además de destruir parcialmente el monumento de Fernando Botero ''El Pájaro'', el cual Botero decidió mantenerlo en ese estado como un ''monumento a la imbecilidad'', según sus palabras.
La autoría del atentado no se pudo determinar.
[6] Sin embargo en 2015, otro fallo quitó dicha indemnización.