Según funcionarios ucranianos, la instalación militar fue alcanzada por 30 misiles rusos, matando a 35 soldados e hiriendo a otros 134.[1] Funcionarios ucranianos informaron que hasta 1000 combatientes extranjeros habían estado entrenando en la base como parte de la Legión Extranjera de Ucrania.[2] El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que había destruido «hasta 180 mercenarios extranjeros y un gran cargamento de armas extranjeras» y dijo que Rusia continuaría los ataques contra combatientes extranjeros en Ucrania; el Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que no había confirmado a ningún extranjero entre los muertos.[3] El 14 de marzo, el periódico británico The Mirror dijo que al menos tres exmiembros de las fuerzas especiales británicas podrían haber muerto en los ataques, y que la cantidad total de voluntarios muertos podría superar el centenar.[4][5] Un funcionario de la OTAN declaró que no había personal de la OTAN en la base, ya que todo el personal había abandonado el país antes de la invasión.