En 1929, el Chicago Testing Laboratory se acercó a la Barber Green Co.
Esta configuración probó no ser tan efectiva como se deseaba y el proceso fue separado, dando lugar a la asfaltadora moderna.
En orden para proveer una superficie pareja se utiliza un reglón libre flotante.
Se utilizan controles adicionales para corregir la pendiente, corona o superelevación del pavimento final.
Un incremento en el apilamiento o velocidad de la asfaltadora causará que el reglón suba, resultando en mayor cantidad de asfalto colocado, dando una capa más gruesa y una superficie final desigual.