Los investigadores examinaron cuidadosamente el barril, retirando con delicadeza el cuerpo momificado no identificado, el cual se determinó pertenecía a una mujer hispana próxima a los treinta años de edad, de constitución menuda, en los últimos meses de embarazo y que había muerto por un fuerte traumatismo en la cabeza.
Los investigadores se pusieron en contacto con el fabricante del barril, y por los números de serie impresos en él, se encontró que habían sido enviados a la empresa de flores.
Melrose Plastics pertenecía a dos propietarios, uno de los cuales era Howard Elkins, quién fue una de las cinco personas que habían sido propietarias de la casa donde se encontró el barril, hasta que en 1972 vendió la empresa y se mudó a Boca Ratón, Florida con su esposa, siendo por esa razón el principal sospechoso.
Marroquín había estado casada brevemente en El Salvador antes de su traslado a Nueva York en 1966, y tenía un hijo pequeño.
Su madre de 95 años, falleció un mes después y fue enterrada junto a ella.