El terreno está formado por material miocénico suavemente ondulado y con una altitud que desciende de norte a sur.
Las mayores elevaciones son los cerros Arosa, Santa Cruz y Aranbelza, sin olvidar el Montejurra, Aunque no hay ríos en su término, son muy abundantes los arroyos.
Esta villa ha sido señorío nobiliario, y ya aparece documentada en el siglo XI como una tenencia o posesión a cargo de Lope Fortuñones y Fortún López.
Se conserva también un órgano neoclásico y, en el coro, la antigua sillería barroca.
En el casco urbano podemos encontrar también muchas casas señoriales y algunos edificios del siglo XVI.