Todos ellos cooperan para alcanzar una meta común, si bien, sus objetivos individuales no están aparentemente coordinados.
La computación termina cuando se alcanza alguna condición deseada entre los resultados escritos en la pizarra.
Los resultados generados por los agentes deben responder a un lenguaje y semántica común.
Es importante no generalizar en este aspecto, puesto que cada implementación en particular puede solventar estas desventajas en algún ámbito limitado: Desde un punto de vista más filosófico, la arquitectura en pizarra ofrece un interesante experimento de tipo social.
Sin embargo, se produce una cooperación inconsciente entre ellos que lleva a una meta más importante.