Los capítulos llegan a los 7-8 cm, generalmente solitarios, o al final de ramas opuestas.
Arnica montana se cultiva en los jardines de hierbas y ha sido durante mucho tiempo utilizado medicinalmente.
[3][4] Contiene la toxina helenalina, que pueden ser venenosa si se comen grandes cantidades de la planta.
La primera vez que se cita al árnica es en el siglo XII por Santa Hildegarda.
Macerando sus flores en aceite de oliva, se obtiene un remedio eficaz y muy conocido por muchas personas del campo contra los golpes con hematomas o torcedoras.
En países como Suecia, Rusia y Francia, se utilizaba a manera de fumación.
Se las puede fumar secas, pero la fermentación mejora su aroma, bastante parecido al del tabaco.
[cita requerida] Arnica montana fue descrita por Carlos Linneo y se publicó en Species Plantarum 2: 884.