Argentina Santos

[1]​ Comenzó la escuela pero se fue tan rápido que era analfabeta y tuvo que aprender a leer y escribir mucho más tarde.

Fue solo después de la muerte de su segundo esposo que ella pudo recuperar su carrera y su canto se hizo popular.

En 1950 se hizo cargo del restaurante de Lisboa "Parreirinha de Alfama", que se convirtió en un centro para tocar el fado.

[2]​ Apareció en varias ciudades europeas, incluida su aparición en el Festival de Edimburgo.

[5]​ En 2013 recibió el premio (Infant D Henrique) del gobierno portugués.