Areopagítica

Al igual que Isócrates, Milton no tenía ninguna intención de pronunciar su discurso en forma oral.

En cambio fue distribuido mediante un panfleto, desafiando la misma censura a la publicación contra la que se argumentaba.

Si bien Milton, apoyaba al Parlamento, argumentaba con énfasis contra la Licensing Order of 1643, haciendo notar que la censura nunca había sido parte de las sociedades griega y romana clásica.

El tratado abunda en referencias bíblicas y clásicas a las cuales Milton recurre para reforzar su argumentación.

[4]​ Hay quienes consideran conveniente leer la Areopagítica junto con el El paraíso perdido; ya que una yuxtaposición de esos textos puede ofrecer una interesante perspectiva para comprender las tendencias teológicas no convencionales de Milton.

Primera página de la edición de 1644 de Areopagítica .