El arco tradicional se usa como instrumento musical y como arma.
Ciertas pinturas rupestres en el sur de Francia, datadas alrededor de 15000 a. C., muestran un ritual donde un arco ya fue utilizado como instrumento musical.
El tipo más habitual de resonador consiste en una calabaza que está atada a la espalda del portador.
El arco también puede resonar en un hoyo o incluso puede utilizarse la boca.
Este último método permite conseguir una melodía mucho más rica, al variar el tamaño del resonador.