El archilaúd es un instrumento musical de cuerda pulsada que proviene del laúd, al igual que la tiorba y la cítara.
Su aspecto es muy parecido al de la tiorba, aunque el cuerpo del archilaúd es más pequeño y las dos primeras cuerdas están afinadas como las del laúd y no una octava más baja como ocurre con la tiorba.
A lo largo del siglo XVII aumentó la preferencia por el uso de este instrumento frente al laúd e incluso a la tiorba porque mejoró el sonido con la adición de cuerdas más sonoras, en lugar de las cuerdas fijas más cortas que tuvo en un principio.
El archilaúd se utilizó como instrumento solista y como acompañante realizando el bajo continuo.
En Inglaterra se lo utilizaba como alternativa de la tiorba, a finales del siglo XVII.