San Aquilo fue obispo de Larissa (murió en 330) en Grecia.
Peregrinó a los Santos Lugares de Jerusalén a la Tumba de Cristo y a Roma a la tumba de los Apóstoles.
Es en la Ciudad Eterna donde recibe la gracia de la predicación apostólica.
Administró su diócesis con un gran celo pastoral.
Le petit livre des saints - Rosa Giorgi - Larousse - 2006 - page 286 - ISBN 2-03-582665-9