Apuesta deportiva

Fue, sin embargo, durante los siglos XVIII y XIX, cuando esta práctica se empezó a extender de forma exponencial.

Las apuestas se realizaban en carreras de caballos y galgos y su despegue definitivo tuvo lugar en Inglaterra, la verdadera cuna de las apuestas, llegando a Estados Unidos medio siglo después.

En algunas naciones, las apuestas deportivas son completamente legales y reguladas por entidades gubernamentales, lo que permite a los operadores ofrecer sus servicios dentro de un marco legal claro que protege tanto a los consumidores como al integridad de los deportes.

En España, las apuestas deportivas son completamente legales y están reguladas a nivel nacional por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), un organismo dependiente del Ministerio de Consumo.

En los últimos años, España ha experimentado un auge en las apuestas deportivas, con una amplia oferta de mercados y eventos disponibles para los consumidores.

[4]​ La industria de las apuestas deportivas en México ha experimentado un crecimiento significativo, impulsada por la popularidad del fútbol y otros deportes, así como por el avance tecnológico que facilita el acceso a plataformas de apuestas en línea.

Los operadores que deseen ofrecer servicios de apuestas deportivas en México deben cumplir con los requisitos establecidos por la Ley y obtener la autorización correspondiente, garantizando así un entorno seguro y regulado para los apostadores.

Para ganar dinero mediante apuestas, a menudo los apostadores realizan distintos tipos de fraudes para lograr el resultado deseado.

El método más común es lograr que un competidor para dejarse perder a propósito, para así apostar el resultado contrario.

Por ejemplo, un boxeador puede dejarse golpear y noquear, o un futbolista puede convertir un gol en contra.

También ocurre que el propio competidor, entrenador o árbitro cometa el fraude sin intermediarios.

Para evitarlo, a menudo las federaciones exigen que los participantes tengan prohibido realizar apuestas de cualquier tipo.

Por ejemplo, durante un partido de cricket entre Pakistán e Inglaterra en 2010, un apostador reveló al periódico News of the World que dos jugadores errarían ciertas jugadas, y las predicciones se cumplieron.