Este enfoque se utiliza comúnmente para recordar datos, fechas, fórmulas y otros contenidos específicos, pero puede resultar limitado, ya que no fomenta una comprensión crítica o la aplicación práctica de lo aprendido..[1] Características del Aprendizaje Memorístico Repetición: Se basa en la repetición constante de la información para retenerla en la memoria.
Esto puede incluir leer en voz alta, escribir varias veces o usar tarjetas de memoria.
Eficaz para Datos Simples: Es útil para memorizar información básica, como vocabulario, fechas importantes o fórmulas matemáticas.
Estrategias Complementarias Para mejorar el aprendizaje, es útil combinar la memorización con otras técnicas, como: Mapas Mentales: Ayudan a visualizar relaciones entre conceptos.
Técnicas de Elaboración: Explicar la información en tus propias palabras o crear historias que incluyan los datos a recordar.