Aunque los doce lienzos son de una calidad muy desigual, siendo evidente la participación del obrador, tienen sin embargo una monumentalidad impresionante.
Los apóstoles son representados según sugería la Contrarreforma: varoniles, ásperos e hirsutos, mostrando gran arrobo místico.
Junto a soluciones espaciales originales y muy logradas, como Santiago el menor, otras son estereotipadas, como el san Juan evangelista.
[14] Los personajes presentan unos pies desmesurados, seguramente realizados por un ayudante, encargado de este detalle anatómico.
Los otros aparecen parados, como si hubiesen llegado, y algunos vuelven sus rostros hacia el espectador, a la entrada del hipotético recinto.