Esta serie debutó, con el título de Tarúguez y Cía.
[1] Durante la etapa del Tío Vivo editado por D. E. R. para Crisol y del cual era director artístico el propio Conti, el personaje se publicó con el nombre de Tarúguez y Cía.
El protagonista es Apolino Tarúguez, un prototipo de director de una pequeña compañía que probablemente ha logrado su fortuna en el mercado negro, de complexión fuerte, ropa elegante, siempre con un puro en la boca y con carácter malhumorado y trato despótico hacia su empleado, hasta el punto de que rara es la historieta en la que se libra de recibir alguna paliza.
El empleado, Celedonio, es un hombre pequeño y débil, algo torpe y que aguanta estoicamente el mal genio de su empleador y los retrasos en el pago, aunque en alguna historieta lo vemos desfogarse clavando flechas a una efigie de su jefe y de vez en cuando la suerte mira a su favor, como en una historieta en la que Tarúguez le vende un terreno que él cree sin valor que resulta estar repleto de uranio.
En algunas historietas aparece un botones, también de corta estatura y que no tiene nombre propio.