La información era recogida de la base de datos, transmitida a través de la red y a continuación, recogida y formateada por el programa.
En vez de desarrollar un software específico para funcionar en el PC del usuario, este usaría el mismo navegador web que usa para cualquier otra aplicación.
Este tipo de aplicaciones tenían la ventaja de poder ser utilizadas en dispositivos de diferentes tamaños, con diferente hardware y diferentes sistemas operativos.
Por ejemplo, muchos experimentos físicos, por ejemplo, el Gran colisionador de hadrones, generan conjuntos de datos que son analizados por programas.
Los programas de ordenador que analizan los datos son desarrollados para dar respuestas a determinadas hipótesis, no para insertar información en la base de datos, por ello estos no serían considerados "aplicaciones de base de datos".